Piel de cabra del Sahel blanca manchada (fina)

Una piel de cabra delgada es adecuada para un djembe con un diámetro de golpe de menos de 30 cm.

Este tipo de piel es generalmente apreciado por los percusionistas que buscan un sonido rico en armónicos.

Tan hermosas como raras, estas pieles de cabra moteadas se llaman pieles de cauris por sus patrones que evocan la forma de la cáscara que una vez se usó como moneda en África.

Son muy buscados por los morabitos (curanderos africanos) para la preparación de remedios.

También son buscados por los griots (narradores africanos) que los usan para hacer sus tambores (djembes, sables...) : según sus ancestros, cuando son golpeados, tienen el poder de alejar a los jinns malos, criaturas invisibles de las creencias semíticas, una especie de genio con poderes sobrenaturales.

Estas pieles se seleccionan en los mataderos donde se afeitan directamente después de desengrasar, antes de ser secadas naturalmente.

Si bien conservan toda su frescura y calidad originales, pueden requerir un poco de limpieza durante la puesta en remojo antes del montaje para eliminar cualquier posible aspecto perturbador como:

– Olor animal: cambiar el agua de remojo varias veces, posiblemente añadir un poco de lejía perfumada.
– deformación: su piel volverá a su forma original cuando se ponga en remojo (secada en el suelo, puede haber tomado la forma de una piedra o un objeto que estaba allí)
– rastros de pintura: borrelos después de montar su piel con papel de lija o una hoja de afeitar (este es un residuo de los rastros de marca utilizados por los criadores para reconocer a sus animales)